
La caries de primera infancia, comúnmente conocida como "caries de biberón," es una enfermedad infecciosa y agresiva que afecta los dientes temporales de los niños más pequeños.
Su desarrollo es rápido y puede comenzar en las superficies lisas de los dientes, que generalmente no son propensas a las caries en condiciones normales. Esta condición tiende a aparecer entre los 13 y 24 meses de edad y se manifiesta inicialmente como una "mancha blanca" en los dientes.
Estas lesiones suelen seguir la línea de la encía de los incisivos superiores, formando un patrón semicircular.
FACTORES DE RIESGO
Algunos factores que contribuyen a la aparición de esta caries temprana incluyen:
· Falta de una higiene oral adecuada.
· Uso prolongado y nocturno del biberón o la lactancia sin el control necesario.
· Consumo frecuente de alimentos ricos en carbohidratos fermentables.
· Colonización temprana de bacterias orales debido al contacto con la saliva de adultos, como al compartir cubiertos o limpiar el chupete del niño "chupándolo."

LA PREVENCIÓN: LA MEJOR ALIADA
La lactancia materna, recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) hasta los dos años de edad, es una excelente fuente de nutrición para el bebé. Sin embargo, es esencial acompañarla de una higiene oral regular y efectiva desde la aparición del primer diente: "se deben limpiar los dientes del niño después de cada toma de pecho." Con esta higiene complementaria, es posible prolongar la lactancia de manera segura.
En nuestra clínica, ayudamos a prevenir esta condición proporcionando a los padres pautas prácticas para el cuidado bucodental:
· Evitar la alimentación nocturna con biberón o pecho una vez que aparezca el primer diente; en caso de no poder evitarla, limpiar los dientes después de cada toma.
· Supervisar los dientes del bebé levantando el labio superior al menos una vez al mes para detectar signos tempranos de caries.
· Ofrecer solo agua en el biberón y evitar cualquier líquido con azúcar.
· No mojar el chupete en líquidos azucarados, miel o azúcar para prevenir el contacto de estos con los dientes.
· Limitar la sacarosa entre comidas y evitar productos que la contengan.
También es importante reducir al máximo los “azúcares ocultos” presentes en alimentos como zumos industriales, bollería, yogures líquidos, pan de molde, y bebidas azucaradas o carbonatadas. La OMS recomienda que los niños menores de dos años no consuman azúcar refinada, y que si se consume después de esa edad, se haga con moderación y acompañado de una higiene oral adecuada.
HÁBITOS DE HIGIENE TEMPRANA
Iniciar la higiene dental con un cepillo adecuado es fundamental desde la erupción del primer diente temporal o "diente de leche." Con estos cuidados, la salud bucodental del niño puede mantenerse en óptimas condiciones, reduciendo el riesgo de caries en la primera infancia.
Su desarrollo es rápido y puede comenzar en las superficies lisas de los dientes, que generalmente no son propensas a las caries en condiciones normales. Esta condición tiende a aparecer entre los 13 y 24 meses de edad y se manifiesta inicialmente como una "mancha blanca" en los dientes.
Estas lesiones suelen seguir la línea de la encía de los incisivos superiores, formando un patrón semicircular.
FACTORES DE RIESGO
Algunos factores que contribuyen a la aparición de esta caries temprana incluyen:
· Falta de una higiene oral adecuada.
· Uso prolongado y nocturno del biberón o la lactancia sin el control necesario.
· Consumo frecuente de alimentos ricos en carbohidratos fermentables.
· Colonización temprana de bacterias orales debido al contacto con la saliva de adultos, como al compartir cubiertos o limpiar el chupete del niño "chupándolo."

LA PREVENCIÓN: LA MEJOR ALIADA
La lactancia materna, recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) hasta los dos años de edad, es una excelente fuente de nutrición para el bebé. Sin embargo, es esencial acompañarla de una higiene oral regular y efectiva desde la aparición del primer diente: "se deben limpiar los dientes del niño después de cada toma de pecho." Con esta higiene complementaria, es posible prolongar la lactancia de manera segura.
En nuestra clínica, ayudamos a prevenir esta condición proporcionando a los padres pautas prácticas para el cuidado bucodental:
· Evitar la alimentación nocturna con biberón o pecho una vez que aparezca el primer diente; en caso de no poder evitarla, limpiar los dientes después de cada toma.
· Supervisar los dientes del bebé levantando el labio superior al menos una vez al mes para detectar signos tempranos de caries.
· Ofrecer solo agua en el biberón y evitar cualquier líquido con azúcar.
· No mojar el chupete en líquidos azucarados, miel o azúcar para prevenir el contacto de estos con los dientes.
· Limitar la sacarosa entre comidas y evitar productos que la contengan.
También es importante reducir al máximo los “azúcares ocultos” presentes en alimentos como zumos industriales, bollería, yogures líquidos, pan de molde, y bebidas azucaradas o carbonatadas. La OMS recomienda que los niños menores de dos años no consuman azúcar refinada, y que si se consume después de esa edad, se haga con moderación y acompañado de una higiene oral adecuada.
HÁBITOS DE HIGIENE TEMPRANA
Iniciar la higiene dental con un cepillo adecuado es fundamental desde la erupción del primer diente temporal o "diente de leche." Con estos cuidados, la salud bucodental del niño puede mantenerse en óptimas condiciones, reduciendo el riesgo de caries en la primera infancia.